Trigésimo segundo día del Omer de la quinta semana :

 

Hoy sacrificaremos nuestra falta de generosidad con nuestros hermanos (falta de hacer Tzedaka).

 

La generosidad no solo es un mandamiento del Creador, sino un tesoro de inagotables bendiciones y sanidades para nuestras vidas y para nuestras familias y el Pueblo.

 

Solo los corazones entenebrecidos dicen las escrituras son duros y mezquinos, avaros y no generosos con sus hermanos, el prójimo.

 

Las escrituras nos dicen que El Creador no da semilla al que no siembra, en el camino de la Santidad y la elevación, El no da con manos prodigas y generosas la abundancia de bienes a quienes están atados a lo que consiguen o llega a sus manos sin tener en cuenta a su familia y a sus hermanos. El avaro y mezquino, el amarrado poco o nada generoso es un pobre amargado por las riquezas de otros y la holgura de sus corazones.

 

Alguien decía que la apreciación de la herencia que el Creador nos ha prometido y su certeza de participación en ella está directamente ligada a la Tzedaká o generosidad de los bienes limitados en esta vida, por la también certeza de los bienes ilimitados en la Eternidad.

 

Como puede un hombre que dice amar a su ELOHIM con todo el corazón y con todas sus fuerzas (las fuerzas a que se refieren las escrituras es ni más ni menos a todos los bienes materiales y a las riquezas que Él ha puesto en sus manos) y no ser generoso por ejemplo con su esposa o sus hijos, con sus Padres y hermanos de sangre y con sus hermanos del pueblo, su propio linaje, ese hombre es una mentira, es un fraude y será un pobre infeliz, nido de envidias y amarguras. Su pan será siempre el que no debió ser, al que le falta gusto, el sin sabor y amor, que tristeza.

 

Cuando un hombre del Pueblo está buscando la verdad, debe entre otras cosas empezar por vaciar sus manos todos los días, primero con su otra mitad y con el fruto de su amor y luego con sus hermanos necesitados o no.

 

No se trata de que yo tengo, yo gano y me cuesta trabajo ganar y usted no tiene y usted no gana, se trata de reconocer que lo que yo tengo le pertenece a ELOHIM, y que nos lo presto para que lo administráramos, para el disfrute y llenura de las necesidades de todos sus hijos y si los deposito en mis manos es porque El cree que yo seré un buen administrador suyo y atenderé las necesidades de los que puso a mi cuidado y a mi alrededor y no solo para llenar mi ego de hombre rico, no.

 

Mi talento, para producir o para administrar riquezas es un don de El en mi para que mi casa y mi Pueblo sean prósperos y felices y no esclavos de unos bienes que generen tristeza y amargura, infelicidad y frustración.

 

¿De que presume un hombre cuando se cree Santo (Tzaddik) cuando no es Sabio por que destruye u intimidad con ELOHIM por estar rindiendo culto a la acumulación de riquezas sin generosidad ni siquiera con su esposa (su otra mitad) y sus hijos (el fruto de su amor y su responsabilidad) y con sus hermanos del Pueblo (su linaje)?

 

¿Acaso no ve que el más generoso de todos los seres de la creación es su ELOHIM יהוה, que entrego su creación y todo lo hay en ella a manos llenas a sus hijos y a su esposa (el pueblo de Israel) y que a pesar de que lo rechazaron las otras naciones y lo tergiversan y mal interpretan, El con infinita generosidad, les sigue concediendo la vida y hacendó salir el sol y caer la lluvia y otorgándoles las oportunidades de reconocerlo en todo con amor de Creador y Padre?

 

¿Quiénes somos nosotros para dar mal testimonio de su generosidad y desprendimiento? Cuando amamos más unos pocos centavos más que a nuestras familias y a nuestro Pueblo. Y ni que decir cuando creemos que tenemos todos los merecimientos de parte de Él y ninguna obligación con El (algunos se atreven a decir que esas obligaciones se acabaron por que ya no tenemos templo) mala señal de empequeñecimiento humano y como hijos suyos.

 

Solo la ruina moral y la poca o nada revelación, solo la confusión serán su futuro espiritual por su poca o ninguna conciencia de la gran riqueza que Él ha puesto en sus manos y en su corazón, dignos de lástima, porque siendo tan ricos se hicieron pobres y no disfrutaron de la generosidad del Creador, su Esposo.

 

¿Qué tal que El siendo nuestro esposo, fuera mezquino y avaro con nosotros su esposa y su especial tesoro?

 

Bueno, que este tiempo y esta oportunidad de reconocer que hemos fallado en esta materia en forma grave y lo hemos ofendido en una de las cosas que más lo molestan, y de sanar nuestros corazones y purificarnos de esta mala práctica seamos generosos, muy generosos, y que El cuándo nos mire cumpliendo este mandamiento se agrade y se sonría.

 

El ahorro y la previsión, no pueden sacrificar la Tzedaká, la generosidad y amplitud de nuestros corazones, serán una cosa después de satisfacer a plenitud y con Sabiduría las necesidades de nuestras familias, de nuestro Pueblo y cumplir nuestras obligaciones para con El y los que nos alimentan en su nombre.

 

Padre que esas semillas que pones en nuestras manos sirvan para glorificar tu nombre y exaltarlo y para que todo el mundo, las naciones sepan que no hay Hombres más generosos que tus hijos y tu esposa, porque tú nos lo enseñaste y lo hiciste con nosotros y con todos, así sea.

 

BARÚJ ATÁ יהוה, ELOHÉINU MÉLEJ HAOLÁM, ASHÉR KIDSHÁNU BEMITZVOTÁV, VETZIVÁNU AL SEFIRÁT HAÓMER, BESHEM יהושועה  MESHIJEINU.

  

Bendito eres Tú, יהוה nuestro Elohim, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado lo concerniente a la cuenta del Omer, en el Nombre de יהושועה nuestro Mashiaj.

 

Hoy es el día 32 de la cuenta del Omer, o sea cuarto día de la quinta semana, faltando 17 días para Shavuot.

 

Su siervo, 

 

 

IOSHIYAHU BEN IEHUDAH